El aceite es la sustancia vegetal perfecta en la que la planta plasma sus propiedades esenciales.
Por eso es fundamental que la extracción del mismo sea en el primer prensado para que el aceite conserve las características biológicas originales (ácidos grasos esenciales, vitaminas y antioxidantes naturales) que poseía en la semilla o el fruto.
El prensado en frío consiste en triturar la planta, fruto o semilla de forma mecánica, con mucha paciencia y sin rebasar la temperatura en la que el aceite se degrada. El resultado es un aceite prensado en frío de calidad, rico en nutrientes gracias a su conservación en recipientes oscuros y sin ser sometido al uso de químicos, altas temperaturas o a un refinado adicional.
Aceites tan especiales como el Aceite de Romero requieren de este método de extracción tan respetuoso con los tiempos naturales de las plantas, carentes de la ambición y prisas, propias de la producción industrial y enfocado en una extracción respetuosa y armónica, que permite transmitir las bondades del fruto al producto.